Es llamada poéticamente, "La Diana de Galia", esta Vampira fue el gran exponente de las Vampiras de Francia durante la Edad Media, diosa gala de los Vampiros cuyo origen se remonta a la noche de los tiempos.
El culto a Noctícula como Diosa de los Vampiros, se remonta al siglo XII d. C. con un gran apogeo, fecha que coincide con la explosión de juicios y persecuciones de la Inquisición hacia la Brujería.
El ciclo de alimentación de Noctícula coincide con las fases lunares y es la poseedora de la dieta más abominable.
Noctícula es representada casi siempre como una tosca escultura de piedra, deforme, contrahecha, con las fauces abiertas en un aullido de perpetua sed.
En esta abertura se depositaban las ofrendas a la Vampira.
Ella prefería, sobre todo, las extremidades descuartizadas que después de varias semanas eran retiradas y repartidas entre sus seguidores como plato principal de un diabólico banquete de putrefacción.
En ocasiones, Noctícula, restauraba mágicamente los miembros amputados que le daban como ofrenda, devolviéndolos a sus respectivos dueños, cuyos torsos eran obligados a seguir la ceremonia.
El culto a esta Vampira se daba sobre todo al sur de Francia y estaba integrado exclusivamente a mujeres.
Esta diosa de los Vampiros no aceptaba a hombres entre sus devotos, de hecho, bastaba que su nombre sea pronunciado por un hombre para que éste no viese la luz del día.
Los hombres tomaban toda clase de precauciones por aludir a Noctícula frente a las mujeres.
En el siglo XIII, los franciscanos afirmaron haber encontrado un Libro De Las Sombras perteneciente a las ceremonias de Noctícula, donde se ven los nombres de varias seguidoras y algunos ritos escandalosos que la prudencia exige omitir.
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