viernes, 14 de agosto de 2015

Abchanchu, el Vampiro del altiplano boliviano

Los Abchanchu son una raza de Vampiros que provienen de Bolivia, residen en las cuevas del altiplano.
Este Vampiro suele aparecer bajo la figura de un anciano bondadoso, calvo, obeso y sonriente. Algunas personas lo describen vistiendo ropas antiguas recamadas en oro y portando un sombrero plateado de ala ancha. Sus características principales, al menos aquellas que describen con cierta alarma las personas que viajan al altiplano, son su cabeza y su sonrisa gélida, rígida, como petrificada en sus labios.
Este Vampiro, no es especialmente habilidoso para acechar a sus víctimas.
Su estratagema más habitual consiste en mostrarse como un inofensivo anciano en problemas. Con ampulosas solicitudes reclama la ayuda de las personas viajeras. Aquellas personas que ingresan en el fétido cubil del Abchanchu no vuelven a ver la luz del día.
Las ropas del Abchenchu sugieren que pertenece al verdadero linaje divino, es decir, al oscuro panteón quechua, reducido y aplastado casi por completo por el cristianismo.
A pesar de su carácter, el Abchenchu no solo se ceba con la sangre de las personas extranjeras. Las personas autóctonas del altiplano, evitan a toda costa pasar por las grutas de esta región, temiendo que el viejo Abchenchu despierte.
Dicen los sabios que incluso aquellos que, por fortuna o valor, sobreviven a los ataques de este Vampiro, pronto mueren debido a una extraña infección que la medicina moderna no ha logrado identificar.
A principios del siglo XVIII, como tantas otras criaturas fantásticas del altiplano boliviano, el Abchanchu fue perdiendo terreno hasta que por fin se recluyó en las regiones más inaccesibles de la montaña.
Un siglo después, revitalizado por cierta decepción popular acerca del carácter redentorio del cristianismo, el Abchanchu reapareció con vigor en aldeas y comarcas a lo largo de Bolivia.
De Vampiro temible y astuto, el Abchanchu se convirtió en una especie de vándalo, causante de incendios y muertes sospechosas en la hacienda de llamas; además, el Abchanchu se convirtió en un demonio atmosférico, en una criatura que tiene potestad sobre los vientos y las tempestades.
Los sabios sostienen que aún en circunstancias tan desfavorables, el Abchanchu puede mostrarse piadoso si se apela su melancolía.
Si alguien le pide que cuente una historia, el Vampiro lo hará, con tanto entusiasmo que la luz del sol terminará barriéndolo hacia la noche ancestral que acecha en las tenebrosas grietas del altiplano.

jueves, 13 de agosto de 2015

Propiedades del Ópalo

Es afín a los Signos Zodiacales Cáncer, Libra y Escorpio.
Es afín al Séptimo Chakra.
A esta piedra se le conoce también como "Piedra de los Artistas", ya que tiene la capacidad de sacar a la superficie todos los talentos ocultos.
El Ópalo es una piedra para aquellas personas que necesitan serenarse.
Para emitir una marcada vibración propia, es aconsejable NO utilizarla junto con otras piedras.
Esta piedra es útil en casos de melancolía, indiferencia, escepticismo o desánimo.
Resulta aconsejable en casos de hipersensibilidad o de gran excitación.
Además, el Ópalo está indicado para afecciones oculares, conjuntivitis y cataratas. A su vez, mejora la visión a aquellas personas que padecen miopía, astigmatismo o presbicia.
El Ópalo tiene la fama de ser una piedra muy peligrosa para las personas que no armonicen con ella. Tiene una naturaleza mística y aporta buena fortuna y poderes extramentales a los signos zodiacales mencionados arriba. Si no perteneces a ninguno de estos signos zodiacales ten mucho cuidado con el Ópalo.
Los viejos libros de Magia afirman que el Ópalo tiene la virtud de concentrar energías, ayudar a controlar la cólera y de dar poder a quien lo porta. También aseguran que no hay nada mejor que un Ópalo pasado por agua para atrapar el amor esquivo. Llamada a veces la "Piedra del Firmamento", se estima que su poder sobre los Elementos está en relación directa con la belleza y tamaño de la pieza.
Como curiosidad, los orientales consideran que el Ópalo es la llave de la esperanza y que su portador/a está protegido/a de todos los males. Creen que su mayor efecto lo consigue en aquellas personas que han tenido la fortuna de recibirlo como un regalo de un ser querido.
Dado que los Griegos y los Romanos de la Antigüedad apreciaban mucho el Ópalo, los generales acostumbraban a llevar unos bastones rematados con esta piedra para obtener buena fortuna en las campañas militares.
El Ópalo llegó a mitificarse tanto, que en la Edad Media se consideraba que quien llevase una de estas piedras envuelta en una hoja de laurel podría alcanzar, en ciertas circunstancias, la invisibilidad. Naturalmente, que nadie se aventuró a ofrecer pistas acerca de las misteriosas circunstancias que tenían que darse.
Esta piedra incrementa los poderes ocultos. Atrae amor y evita la infidelidad.
Además, potencia la consciencia cósmica. Induce visiones psíquicas y místicas. Potencia la autoestima. Anima a interesarse por el Arte. Intensifica los estados emocionales. Ayuda a expresar las emociones positivas.
También, aporta lealtad, fidelidad y espontaneidad. Repara los desgastes energéticos. Fortalece la voluntad de vivir. Trata el Parkinson y las fiebres e infecciones.
Además, purifica la sangre de los riñones, regula la insulina, facilita el parto y alivia el síndrome premenstrual. Fortalece la memoria y alivia los ojos.
Existen varios tipos de Ópalos que pondré a continuación:
-ÓPALO LECHOSO:
Concentra las emociones. Promueve decisiones acertadas en las áreas de trabajo. Ayuda en estados alérgicos y gripales. Su vibración aumenta la energía femenina y clarifica la percepción.
-ÓPALO ALERQUINADO:
Amplifica la capacidad mental y la conciencia cósmica. Armoniza.
-ÓPALO AZUL/VIOLETA:
Renueva las energías revitalizando el organismo. Puede conducir hacia aventuras.
-ÓPALO AZUL:
Es útil para una evolución espiritual y superarse. Es una piedra escasa.
-ÓPALO NEGRO:
Aleja de nosotros la depresión y los temores a la oscuridad. Se le considera una de las piedras más afortunadas de la tierra. Es una piedra muy difícil de conseguir y tiene una energía ancestral muy fuerte. Además, es muy difícil de trabajar con ella.
-ÓPALO VERDE:
Fortalece nuestro corazón y a la vez lo estimula suavemente.
-ÓPALO DE FUEGO:
Acarrea calidez y seguridad. Corporiza el poder de la tierra, brinda coraje y fortaleza. Ayuda a adquirir más energías y es capaz de regular nuestros instintos sexuales de forma armoniosa, asegurando una óptima circulación en nuestros órganos internos. Gracias a su poder, aclara nuestra mente, removiendo viejas formas de pensar y dando paso a nuevas ideas. Se usa también para infartos, síncopes y arritmias.

martes, 11 de agosto de 2015

Mitología Nórdica: Las Nornas

Las Nornas son dísir de la Mitología Nórdica. Se conocen a tres de ellas como las principales: Urd, Verdandi y Skuld.
Las Nornas viven bajo las raíces del fresno Yggdrasil, el árbol del mundo en el centro del cosmos, donde tejen los tapices de los destinos y riegan el fresno con las aguas y la arcilla provenientes del pozo de Urd, para que éste no pierda su verdor y ni se pudra. La vida de cada persona es un hilo en su telar, y la longitud de cada cuerda es la duración de la vida de dicha persona.
Las tres Nornas son similares a las Moiras en la Mitología Griega.

*URD:

Urd es la que llevaba la connotación del destino. Se interpreta usualmente que esta Norna está asociada a aspectos del destino ligados al pasado.

*VERDANDI:
La Norna Verdandi lleva la noción "lo que está por suceder", en la interpretación actual, se le considera asociada a aspectos del destino ligados al presente. Además, Verdandi era la Norna que decidía la longitud del hilo de la vida. Incluso los dioses estaban sujetos a su voluntad. Ella decidía cuánto y cómo vivirían y cuándo y cómo morirían. En algunos escritos, a esta Norna se le ha considerado la más bella y la menos poderosa.

*SKULD:
Skuld se interpreta como el aspecto del destino asociado al futuro. Skuld también desempeñaba el papel de Valquiria, cabalgando en los campos de batalla mientras decidía sobre la vida de los combatientes y decidiendo la suerte que llevaría a la victoria.

La Capilla En Ruinas (William Allingham)

En la costa, un charco de tierra
Rodea una capilla arruinada,
Custodiada por altas hierbas;
Dónde los días y las noches pasan
Sin oír ningún sonido humano.

Lamida por mares solitarios,
Sacudida por centinelas arbóreos,
Besada por la brisa salada;
Los días y las noches pasan
En la infinita melodía del silencio.

Y cuando los vientos atrapan
Un silencio más muerto que cualquier sueño,
Los crepúsculos se arrastran,
Y los días y las noches pasan
Hacia la nada más profunda.

Las ruinas vacías se funden
En el completo dominio de la Naturaleza,
Unidas con la semilla y el grano,
Así como los días y las noches pasan
Soñando con las lluvias del verano.

Lágrimas sepulcrales fueron sembradas aquí;
Ahora las tumbas también están muertas;
Inmóviles bajo incontables ramas desiertas,
Como los días y las noches pasan
Bajo el curso soñoliento de las estrellas.

martes, 4 de agosto de 2015

Modales en la gastronomía del siglo XIX

En este siglo aparece una estancia muy importante que debo mencionar: el comedor.
El comedor aparece como estancia delicada. Anteriormente, las comidas se hacían sobre mesas pequeñas desmontables o plegables en las salas. De ahí procede el dicho "poner la mesa".
Se distinguía entre el comedor diario y el de gala. El comedor estaba cerca de las salas de recibir.
Aparte de la mesa central, en el comedor había también rinconeras. Si eran altas, la parte superior era una vitrina donde se disponían objetos de vajilla para que fueran admirados. En las paredes había bodegones o cuadros relacionados con la caza. También había consolas aparador para colocar las fuentes que no cabían en la mesa. El comedor solía estar al principio de la planta baja, pero con el tiempo pasó a la planta principal. Así el acceso sería por la escalera de honor.
El mobiliario solía ser oscuro. Las sillas tenían diseños relacionados con la comida.
Un cambio que supuso otra pequeña revolución fueron las mesas extensibles.
Aparece también el antecomedor, donde se esperaba a que comenzara la cena. También se colocaban los calientaplatos para mantener la comida caliente y se tomaba en esta sala el café.
En la época de Fernando VII, se estilaba el servicio de mesa a la FRANCESA. Los platos se colocaban todos al mismo tiempo en la mesa y los comensales se servían lo que querían. Aunque había calientaplatos, a veces la comida se enfriaba.
Luego estaba el servicio a la RUSA, se impuso en España a mediados de siglo, en la época isabelina. En este estilo, los sirvientes iban trayendo los distintos platos, que se colocaban delante del comensal. Prácticamente, es como lo hacemos hoy en día. El servicio a la rusa indicaba que había un menú cerrado. Las piezas venían ya trinchadas desde la cocina y así estaban siempre calientes. Aparecieron también las copas que se colocaban en la mesa.

En la preparación de la mesa, desaparecieron las flores y los adornos que se colocaban en las mesas, ya que impedía una conversación fluida entre los comensales. Se solía colocar un adorno grande en el centro y otros pequeños en el resto de la mesa.
A la derecha del plato se coloca el cuchillo y la cuchara y a la izquierda el tenedor. Se utilizará primero el utensilio que esté más alejado, en el caso de que haya varios cuchillos y tenedores.
La servilleta se pondrá sobre el plato y jamás en la copa.
Delante de cada comensal habrá cuatro copas. Primero la de Jerez, después el del vaso para el vino de Burdeos, después el del agua y por último, la copa de Champán. Si se sirven más vinos se añadirán más copas. No se diferenciaban las copas de vino tinto o blanco.
Si se han tomado mariscos con las manos, se sirven unos boles con agua para que los comensales se puedan limpiar los dedos.
Entre cada comensal debe haber 70 cm de distancia, de forma que haya sitio para los sirvientes cuando presenten los platos.
La comida se servirá en tres partes y entre los platos algún que otro entremés.
El primer plato solía ser sopa, después carne, aves o pescado y para terminar un exquisito postre hecho con frutas, confituras o pastas.
Las compotas, confituras y el queso, se servían con cuchara. Las frutas se debía coger por el rabo y las pastas se pasaban en los mismos platos en que se presentaban.

Con respecto al menú, en los primeros platos se recomendaba servir dos sopas colocando las fuentes en los extremos de la mesa; se añadían cuatro platitos fríos, cuatro intermedios calientes y seis entradas a gusto del anfitrión. Con las sopas se bebía vino de Jerez. Los platos volantes fríos podía consistir en embutidos, aceitunas, etc. Con ellos se tomaba vino de Burdeos.
En los segundos platos se servían dos ensaladas, dos asados de pescado, dos de caza de pelo, dos de caza de pluma, dos aves caseras, poniendo la aceitera y la salsera a cada extremo de la mesa.
Con el pescado se bebía Burdeos blanco. Con las carnes y aves se servía vino de Borgoña, Para las aves también se podía tomar Champán.
Además, se ponían también entremeses fríos como rábanos, higos, lonjas de anchoa, etc. con los que se bebía vino del Rhin.
Si había un plato de legumbres se tomaba vino de Burdeos tinto.
Generalmente, esta parte de la comida terminaba con helados caseros de frutas.
Después de los helados, se retiraban todos los servicios, se cepillaba la mesa y se colocaba el postre.
Para el postre, había dos cestas de fruta de la estación del año en que se estuviera o dos pirámides de pastelería ligera en los extremos de la mesa. Con el postre se bebía vinos generosos.
Para comer el postre se colocaba un plato pequeño con cuchara y tenedor, dos cuchillos pequeños y un panecillo de pastelería.
El café se tomaba siempre en otra sala, momento que era generalmente aprovechado por los caballeros para fumar.

En España, en un principio, los desayunos se hacía a las 07:00, la comida hacia las 12:00 y la cena alrededor de las 18:00.
Tanto para el desayuno como la merienda, se bebía preferentemente chocolate acompañado de picatostes. A mediados de siglo, comenzó a tomarse también café para el desayuno.

Las invitaciones a una comida se podían hacer por escrito o de forma oral. Si la invitación había sido hecha por escrito, se debía contestar en las siguientes 24h. En caso de no aceptar la invitación, había que decir los motivos por los que no se podía asistir.
A la comida se acudían unos minutos antes de la hora señalada, jamás una hora o dos antes, ya que se dificultaban las actividades previstas en la casa del anfitrión que en esos momentos estaba ocupado vigilando como se preparaba la mesa, las señoras de la casa estaban arreglándose, etc.
Tampoco se debía llegar más tarde, ya que si los demás esperaban, la comida se había enfriado. Al que llegaba tarde se le consideraba un destripas meriendas, ya que obligaba a desordenar el servicio servido por los criados aparte de que interrumpía cualquier conversación interesante que se hubiera podido iniciar antes. En un caso así, se aconsejaba ir a una fonda, comer allí y ahogar las penas en vino.
Si ya estaban todos los invitados y habían sido presentados por el anfitrión, al anunciarse que la comida estaba lista, todos se levantaban para pasar al comedor. Los caballeros iban acompañados por una señora.
Además también se ponían tarjetas con los nombres para que cada persona supiera donde sentarse.
Una vez sentados, no se debía desplegar la servilleta ni comenzar a comer hasta que no lo hiciera el anfitrión o la persona de mayor rango.
El primero que había entrado en el comedor, era el último luego en salir.
Cada caballero debía atender las necesidades de la señora que tenía a su lado, estando al tanto de la bebida, acercándole los manjares que deseaba tomar, todo ello sin mostrarse pesado.
El anfitrión debía cuidar que los brindis que se hicieran tuvieran carácter general y de amistad para evitar problemas entre los comensales.
Los invitados debía quedarse como mínimo una hora después de la comida. Lo más educado era quedarse toda la tarde. Después de las comidas o cenas solía jugarse a diferentes juegos de cartas o billar. O se hacía pequeñas tertulias en grupos.
A los ocho días, el invitado hacía lo que se conocía como visita de digestión como forma de agradecer la buena comida ofrecida. La visita se hacía para decir que se lo había pasado estupendamente, ya que había digerido los magníficos manjares y que estaba ya listo para digerir de nuevo.

A continuación pondré una serie de consejos que se debían de tener en cuenta a la hora de una comida:
-No se pide Burdeos o Champán, sino VINO DE BURDEOS o VINO DE CHAMPÁN.
-El pan jamás se corta con el cuchillo, sino que se rompe con las manos.
-Aunque el café esté muy caliente, no se debe derramar sobre el platillo para beberlo poco a poco.
-No se deben roer los huesos de las aves.
-Se come con la boca cerrada sin hacer ruido.
-No se debe alargar la mano para coger una fuente que esté alejada.
-El invitado no debe toser, ni escupir y debe moverse lo menos posible.
-No se debe beber demasiado, ya que es posible que bebido uno hable más de la cuenta.
-Nadie se levanta si no lo hace el anfitrión.
-Los vinos intermedios y de los postres se deben aceptar aunque no se vayan a beber.
-Los dueños de la casa nunca deben alabar la comida que se ha servido, esto deberán hacerlo los invitados.
-El anfitrión no debe insistir en que los invitados beban o coman más de lo que quieran.
-No se debe hablar ni de tema tristes, ni de muertos, epidemias y enfermedades. Tampoco se debe discutir de metafísica, política ni religión.
-No se debe oler la comida antes de comerla.
-No se debe meter trozos grandes en la boca de forma que se hinchen los carrillos, sobre todo si hay señoras presentes.
-Si se retira algo de la boca, no se debe dejar caer en el plato, sino que se cogerá disimuladamente con la mano y se pondrá en el borde del plato.
-No se debe restregar los dientes con los dedos, ni con el mantel o las servilletas.
-No se debe secar el sudor con la servilleta.
-No se debe limpiar los dientes con el tenedor o el cuchillo.
-No se debe dejar el palillo en la boca.
-Hay que limpiarse la boca antes y después de beber.
-No se bebe con la boca llena.
-Las manos deben estar siempre sobre la mesa pero no los codos.
-La comida se lleva a la boca, no la boca a la comida.
-No se debe hablar al oído.
-Si uno tiene hipo o se le sube un eructo, hay que ponerse la servilleta delante de la boca y después bajar la cabeza reconociendo el disimulo de los demás.

domingo, 2 de agosto de 2015

Djinn

En la cultura árabe, los Djinn son una raza de seres sobrenaturales que tienen la capacidad de intervenir en los asuntos de las personas. Los Djinn se auto-reproducen y pueden ser buenos o malos. Pueden ser conjurados en ritos mágicos para que realicen tareas y servicios.
En Occidente, a los Djinn a veces se equiparan con los demonios, pero no son lo mismo. A menudo, se representan con un aspecto demoníaco, pero también pueden aparecer con formas bellas y seductoras. Los Djinn son expertos cambiando de forma, y sus preferidas son la serpiente y perros negros. También pueden hacerse pasar por cualquier cosa; seres humanos, animales, fantasmas, y otras entidades tales como extraterrestres, demonios, seres de las sombras, hadas, ángeles, etc.
Los Djinn existen en su propio reino, probablemente en una dimensión paralela, y tienen la capacidad y el deseo para entrar en nuestro mundo actual e interactuar con nosotros.
Según las tradiciones preislámicas, los Djinn nacen del fuego sin humo (lo que en términos modernos podría ser el plasma). Ellos viven una vida muy larga, pero no son inmortales.
A los Djinn les gusta vagar por el desierto y tierras salvajes y habitar cuevas. Por lo general, son invisibles. Durante mucho tiempo se les ha considerado como dañinos y peligrosos, capaces de traer la mala suerte, enfermedades, desastres y la muerte. Incluso cuando conceden favores, tienen un carácter embaucador y pueden torcer los hechos a peor.
Aunque los Djinn pueden conjurarse en rituales mágicos, son difíciles de controlar.
Según el Corán, estos seres comen carne, huesos y excrementos de animal. Ellos juegan, duermen y tienen sus propios animales de compañía, especialmente perros. Viven en comunidades organizadas en familias y clanes y gobernados por reyes.
A pesar de que pueden vivir en cualquier lugar, prefieren lugares apartados y solitarios, como los desiertos, ruinas, cuevas y túneles. Además, pueden vivir en casas ocupadas por personas. A ellos les gusta sentarse en lugares entre la sombra y la luz del sol, y moverse cuando llega la oscuridad. También les gusta los mercados.
Algunos Djinn se encariñan de seres humanos y actúan como espíritus acompañantes. La unión de los seres humanos y los Djinn en matrimonio sigue siendo una práctica en algunas partes del mundo. Un matrimonio mixto se cree que es capaz de producir descendencia, aunque esto no es deseable.
Los Djinn son capaces de poseer a seres humanos. Se dice que entran en la corriente sanguínea y circulan rápidamente a través del cuerpo. Causan problemas físicos y mentales y también perturban matrimonios y relaciones. A veces es necesario alguien entrenado para realizar exorcismos para expulsarlos del cuerpo porque puede no ser suficiente pedirle a un Djinn marcharse o negociar con él para que abandone el cuerpo.

Festividad Heb Sed

Heb Sed fue posiblemente la celebración más importante de los soberanos del Antiguo Egipto. El propósito de esta festividad parece haber sido la renovación de la fuerza física y la energía sobrenatural del faraón.
Estas fiestas se celebraban el primer día del mes de Tybi en la estación de Peret, más o menos el primer mes de Invierno, y duraba 10 días.
Las ceremonias que se hacían en esta festividad eran:
-Comienzo de la festividad con algunos rituales de fundación.
-El faraón revisando trabajos edificatorios y el censo de ganado.
-La procesión; que consistía en que el faraón aparece por primera vez con la indumentaria del Heb Sed, y a su lado aparecen sus hijos.
-La ceremonia en el edificio; consiste en la procesión de muebles con forma de león, para el renacimiento y la regeneración del faraón.
-Egipcios de todas las regiones comparecen de nuevo ante el faraón.
-La procesión del dios Min.
-El faraón ante la capilla de Upuat, donde se unta ungüento. El faraón cambia su indumentaria para la carrera ritual. Esta carrera parece ser la parte más importante del festival. Simboliza frecuentemente todo el festival.
-El censo de ganado, con presentación de los ganados a los dioses.
-El faraón toma asiento en la silla gestatoria.
-Procesión del faraón en la silla.
-El faraón erige un pilar dyed como símbolo de estabilidad y dispara flechas en dirección a los cuatro puntos cardinales para proteger y mantener alejados a los enemigos.