En la mitología griega, Hipnos era la personificación del sueño. Su madre era Nix, la Noche, que lo tuvo sin intervención masculina. Era gemelo de Tánatos.
Su palacio era una cueva oscura donde el sol nunca brillaba. A su entrada crecían amapolas y otras plantas hipnóticas. Según algunas fuentes vivía junto a Tánatos en un palacio subterráneo cercano al de Nix.
En una ocasión, Hera prometió a Hipnos la mano de Pasítea si le ayudaba a dormir a Zeus. Hipnos obedeció, pero Zeus se despertó iracundo y lo hubiera arrojado del Monte Olimpo si no hubiese intervenido Nix, su madre, que demostraba así el poder que ejercía tanto sobre los dioses como sobre los hombres. Hipnos tuvo con Pasífea mil hijos, los Oniros.
También Hera recurrió a Hipnos a través de Iris, para que adoptara la forma de Ceix y, en sueños, se le presentara a su mujer y le explicara su muerte, pues la pobre Alcíone, esperaba ansiosa el regreso de su marido ignorando que éste había muerto hace tiempo.
Endimión recibió de Hipnos el poder de dormir con los ojos abiertos para poder vigilar constantemente a su amada Selene.
Hipnos era representado como un hombre joven desnudo y con alas en los hombros o en las sienes. También se le muestra en ocasiones con barba parecido a su hermano Tánatos. Otras veces, es representado como un hombre dormido en una cama de plumas con cortinas negras a su alrededor. Sus atributos incluyen un cuerno de opio inductor del sueño, un tallo de amapola, una rama de la que gotea el rocío del Río Lete y una antorcha invertida. Morfeo es su principal ayudante y evita que los ruidos le despierten.
No hay comentarios:
Publicar un comentario