Tutu era un dios protector adorado por todo el pueblo del Antiguo Egipto durante el Período Tardío. Era de origen saíta según un fragmento del Naos del Faraón Apries. Tutu es un dios león al que se le representa como una esfinge en posición de movimiento con los atributos reales: el Nemes, el Uraenus, la barba y la corona. Algunas veces aparece con cabezas de halcones y cocodrilos que sobresalen del cuerpo o con una cola que termina en serpiente.
Era hijo de la diosa Neit, que era considerada una "diosa peligrosa", y hermano del dios Shemanefer. Los dos hermanos con iconografía híbrida y grotesca simbolizan poseer cualidades apotropaicas, pero al tiempo, por su naturaleza ambivalente puede causar terribles desgracias.
A Tutu se le colocaba en una posición de poder sobre los demonios, pudiendo destruir a los que eran enviados por otras diosas peligrosas como Mut, Sejmet, Nejbet o Bastet.
Era considerado un dios guerrero y protector, relacionado con la defensa y la justicia además de un dios protector de tumbas que más tarde vigilaba el sueño ante los peligros o las pesadillas. Tutu también fue considerado para la gente como parte de la adoración, y se le crearon altares portátiles para los rituales. En las ofrendas se incluían gansos y pan, y los rituales eran para la protección de los Demonios y las pesadillas.
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