miércoles, 3 de septiembre de 2014

Colina de Vysehrad

La mítica princesa pagana, Libuse, eligió una colina sobre la que se divisa el río Moldava y lanzó una profecía que perdura aún en Praga. Así es como lo cuentan las leyendas checas. Pero en realidad, en aquellas rocas, nació Vysehrad. Libuse, marcó el enclave de una fortaleza que ha sido testigo de luchas de poder, moradas de reyes y el escenario de batallas.
La muerte se ha abierto entre sus murallas y ha dado lugar a diferentes y múltiples leyendas. Cuentan que lo que son unos restos de una atalaya medieval conocida como El Baño de Libuse era donde la princesa se reunía con sus amantes, que una vez que había copulado con ellos eran arrojados al río. Dicen también que entre las rocas de Vysehrad duerme un ejército de hidalgos que volverán de nuevo a la vida portando sus armas cuando la nación checa esté en peligro. Una vez al año, un león sale de estas rocas y lanza un fuerte rugido a modo de advertencia; al no recibir respuesta, el león vuelve a su sueño eterno y con él, el ejército, que entre otros, está compuesto por los que fueron ahogados en el río Moldava a causa de la princesa.
Otra leyenda dice que son 34 los fantasmas que habitan en la fortaleza. Muchos escritores checos han escrito sobre estas leyendas, especialmente sobre ésta. La escritora más destacada fue Popelka Billánova con su libro Cuentos de Vysehrad. Nadie en realidad, conoce como ella los secretos de esta colina, ya que en su tiempo libre subía a su cementerio a cuidar y a deambular por las tumbas. Dicen que tenía un carácter muy extraño y que era plasmado en sus cuentos. De entre los 34 fantasmas de la colina, los checos sólo hablan de 20 damas blancas, entre las que cabe destacar entre ellas, la princesa Libuse. Se aparecen en lo que era el palacio de los reyes. Dicen que un horticultor fue el primero en verlas, junto a sus hortalizas, andando sobre ellas. A la mañana siguiente, todas las plantas estaban aplastadas sin que nunca más volvieran a erguirse. La Doncella Negra es otro fantasma que dicen que habita en esta colina. Junto a los restos de la muralla de Spicka, ha sido vista y escuchada, se dice que gime y llora y que exhala un aliento helador que hace que a su lado tampoco crezcan las plantas. Otras de las imágenes más terroríficas es la de los fantasmas de los perros negros e ígneos, dicen que se aparecen nueve perros entre sus calles. El más conocido es un perro con una cadena de fuego que se desboca cuando la noche llega a la colina y corre desde la antigua ermita a la Puerta de Ladrillos. Cuando desaparece, se convierte en una bola de fuego. Otra leyenda habla de otro perro negro y de sus enormes ojos de fuego y que es guardián de un tesoro desconocido. Pero la leyenda más conocida es la de un perro sin cabeza que va acompañando a una carroza tirada por caballos también sin cabeza y que la dirige un cochero sin cabeza también. La carroza va rodeando las murallas de la fortaleza. También dicen que dos arquitectos que fueron a la colina fueron ahorcados y ahora intentan estrangular a los transeúntes que ven a lo lejos. En la colina de Vysehrad, una rosa blanca plantada en sus jardines es señal de muerte; quien la encuentre y la toque se morirá. También algunas noche se produce un baile de esqueletos en la rotonda de San Martín. También se encuentra un mayor francés que merodea el castillo desde los tiempos de la ocupación gala.
La columna del Diablo que se encuentra frente a la Iglesia de San Pedro y San Pablo, en el jardín de Karlach, se encuentra partida en tres trozos, antes se encontraba colocada en la propia iglesia y después en el cementerio. Es un símbolo en el que se escenifica la guerra entre lo cristiano y lo pagano. Otras teorías y leyendas creen que la columna era un medidor de tiempo. Esta explicación según los historiadores dicen que significa el inicio de Vysehrad; al llegar los eslavos a la colina encontraron restos de un poblado celta en el que se había construido un mediador de tiempo a través de grandes columnas. La columna del Diablo es otro misterio de esta colina. Dicen que un poseso al que le tuvieron que hacer un exorcismo sacó de su cuerpo un Demonio llamado Zardan, que reconoció que él había llevado la columna desde Roma. El Demonio apostó con un sacerdote de Vysehrad que era capaz de traer una columna de la basílica de San Pedro antes de que el sacerdote concluyera una misa. El sacerdote, contó con la ayuda de San Pedro e hicieron que el Demonio perdiera la apuesta, por lo que el Demonio la arrojó con fuerza y la partió en tres partes. Dentro de la iglesia se encuentra un cuadro que escenifica esta escena.
También en esta iglesia se encontraba un cuadro llamado Nuestra Señora de las Lluvias. El cuadro original está expuesto en la Galería Nacional y anteriormente estuvo colgado de las paredes de esta iglesia. El cuadro representaba a la Virgen amamantando al Niño Jesús. Dicen que el pintor de este cuadro era San Lucas. Después de la Guerra de los Treintas Años y el período de recatolización, el pueblo consideró que la pintura era milagrosa. La gente le suplicaba al cuadro que lloviera y hubiera buenas cosechas, de ahí el nombre del cuadro.
Otro enigma de Vysehrad es el sarcófago de San Longino, que fue llevado a Vysehrad por el emperador Carlos IV. Los husitas saquearon el castillo y sacaron el sarcófago para arrojarlo al río Moldava. El cuerpo del santo se hundió pero el sarcófago siguió flotando en el agua.
Además, en el cementerio de Vysehrad están enterrados artistas y científicos importantes de la historia de la República Checa.

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