miércoles, 30 de agosto de 2017

La verdadera historia del pirata Barbanegra

Su reinado de terror apenas duró dos años, pero Barbanegra dejó tal impacto en la imaginación popular que su época fue conocida como "La Edad de Oro de la Piratería".
Su nombre real era Edward Teach y nació probablemente en Bristol (Inglaterra), aunque no existen datos fiables sobre su infancia y juventud. Algunos escritos proclaman que llegó a tener 14 mujeres, pero tampoco hay documentación que lo pruebe. Sí se sabe que su última mujer fue Mary Ormond, natural de Bath (Carolina del Norte).
Edward Teach impresionaba por su elevada estatura a la que añadía una imagen impactante que era mostrar en público su aparatoso tricornio de plumas y armado a conciencia con varias espadas, cuchillos y una pistolera con tres juegos de pistolas de varios calibres. Para rematar, acicalaba su barba con mechas de cañón que le colgaban con adornos navideños y que encendía cuando entraba en combate. Quienes lo vieron luchar decían que se parecía al Diablo con su terrorífica mirada y una nube de humo en torno de su cabeza. Es considerado el precursor de la vestimenta de pirata que conocemos hoy en día.
Se inició como marinero muy joven y en los años de la Guerra de Sucesión española, navegó en barcos corsarios por las aguas del Caribe, cerca de Jamaica. Expolió a fondo el Caribe y la costa atlántica de América del Norte. Su táctica favorita consistía en perseguir barcos mercantes y encaminarlos a canales de navegación peligrosa que él conocía bien para abordarlos y apoderarse de todos los objetos de valor, comida, licor y armas.
Gracias a la poderosa flota que reunió en la costa atlántica de Norteamérica, Barbanegra estableció varios refugios de piratas en las Bahamas, Carolina del Sur y Carolina del Norte, a cuyo gobernador pagaba de forma regular a cambio de impunidad.
Los comerciantes de los enclaves atlánticos perdieron la paciencia ante las fechorías de Barbanegra y pidieron ayuda al gobernador de Virginia que llevó a cabo una persecución para atrapar al pirata. Alcanzó a la flota pirata cuando la mayoría de la tripulación de Barbanegra estaba en tierra; que salieron derrotados en combate desigual. Edward Teach recibió cinco balazos y varias heridas de sable antes de caer. Lo decapitaron y colgaron su cabeza en el patio de la guarnición de Hampton.

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