Pan era también, el dios de la fertilidad y de la sexualidad masculina desenfrenada. Dotado de una gran potencia y apetito sexual, se dedicaba a perseguir a los bosques a Ninfas. En muchos aspectos, el dios Pan tiene cierta similitud con Dioniso.
Llevaba en la mano un cayado de pastor y tocaba la siringa. Le agradaban las fuentes y la sombra de los bosques, donde se escondía en las malezas para espiar a las Ninfas.
Pan era muy irascible si se le molestaba durante sus siestas.
Según una de las tradiciones, cuando Hermes pastoreaba los rebaños de Driops, tuvo una revelación amorosa con una de las hijas de ésta, de la que nació Pan. Cuando nació presentaba sus miembros inferiores en forma de macho cabrío y el resto del cuerpo con apariencia de hombre. En la cabeza tenía cuernos y su cara era arrugada, con todo el cuerpo cubierto por una espesa capa de pelo. Apenas nacido, escapó a las montañas, donde Hermes tuvo que buscarlo para llevarlo al Olimpo envuelto en una piel de liebre.
Otras de las tradiciones dicen que Penélope, durante la ausencia de su marido Ulises, tuvo varios amantes, quedando embarazada de uno de ellos. De donde nació Pan.
Otras de las versiones de las tradiciones dice que tras el regreso de Ulises, éste repudió a Penélope por sus infidelidades y que una vez abandonada fue cuando concibió a Pan, fruto de su unión con Hermes.
Otras tradiciones dicen que fue hijo de Zeus y de la Ninfa Hibris o de Hermes y una Ninfa.
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