Es afín a los signos zodiacales Acuario, Libra, Escorpio, Sagitario, Tauro y Cáncer.
Sus intensas vibraciones cumplen funciones de equilibrio y purificación y neutralizan campos energéticos negativos.
En la Mitología se creía que la Esmeralda era un aporte del planeta Venus a la Tierra.
La Esmeralda es la Piedra del Amor que eleva al Amor Universal.
La Esmeralda se aplica para enfermedades oculares, destruye bacterias y gérmenes patógenos. También se usa en tratamientos de vesícula y complicaciones de hígado, corazón, úlcera, cáncer de piel, epilepsia, memoria frágil, malaria, gota y reuma.
La Esmeralda también aumenta la sabiduría interior y proyecta amor.
Esta gema afecta a la mente consciente e subconsciente y aumenta la conciencia y facultades psíquicas de quien la usa. Gracias a esto, se dice que la Esmeralda posee todo el conocimiento del pasado, presente y futuro.
La Esmeralda tiene un color muy relajante, gracias a esto las Esmeraldas se usaban como piedras que al mirarlas producían alivio a los ojos cansados y débiles, relajaban el nervio óptico y restablecían la vista normal.
La Esmeralda también simboliza la abundancia. Según los Ocultistas facilita la adivinación.
Como curiosidad, los profetas de antaño se la colocaban debajo de la lengua antes de pronunciar sus oráculos. Y otra curiosidad más, es que el Santo Grial se dice que estaba elaborado de una única Esmeralda. La famosa Tabla de Esmeralda, la tabla mágica de los Ocultistas en la que estaban grabados los preceptos esenciales de las Ciencias Ocultas, era también una inmensa Esmeralda que según la leyenda fue hallada en una gruta donde había sido sepultado el cuerpo del dios egipcio Thot.
La Esmeralda mejora relaciones, meditación, estimula la relajación, asiste en enfermedades psíquicas.
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