Este poema, es un poema que habla de la muerte, pero con una gran sutileza.
En esta habitación, un padre vela por la salud de su hija, y donde una pequeña ventana jugará a ser el oráculo de una tragedia anticipada.
Toda la noche, por una distante campana,
Las horas fueron pasando en la oscuridad,
Mientras los suspiros de ella se elevaron y cayeron,
Y el destello de vida que en su rostro se veía,
Parecía brillar o desvanecerse ¿Quién podría decirlo?
La ventana abierta en la habitación,
Con un fuego de luz dorada,
En las sombras fue hundiéndose,
Como un ojo escrutando la Noche.
¿Qué ves en la Oscuridad, pequeña ventana, y por qué temes?
"Veo el jardín cubierto por las formas del miedo. Frágiles y pálidos fantasmas bajo los árboles,
Balanceándose en el frío nocturno, Y bajo la frondosa sombra de laurel, la figura de la Muerte".
Las dulces, claras notas del ave vespertina,
Nos hablaron del paso de la Oscuridad;
Tal vez mi amor las haya oído,
Pues en sueños pareció sonreír,
Mientras el rayo del naciente amanecer
Habló de esperanzas sin palabras,
Hasta que el esplendor del este palideció
La luz de la lámpara, ahogándola:
Y la ventana abierta lentamente giró
Hacia el interior, desde el ojo de la mañana.
¿Qué ves en el cuarto, pequeña ventana, que hace que brilles majestuosa?
"Veo que la niña duerme sobre la almohada, suave y blanca, Con el rosal de la vida sobre los labios,
y el aliento sobre el pecho, Y los brazos de Dios sobre ella, mientras plácidamente descansa".
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