lunes, 30 de abril de 2018

El Manzano en la Mitología Celta

En la Mitología Celta, el Manzano es el Árbol del Otro Mundo por antonomasia, y aparece como un lugar común en multitud de echtrai irlandeses así como en diferentes relatos galeses. En los mitos de el Rey Arturo, Ávalon, era la isla donde habitaba el Hada Morgana junto con otras ocho hechiceras y a donde fue llevado el Rey Arturo tras su derrota en la batalla de Camlann.
Según la descripción de Geoffrey de Monmouth, la Ínsula Pomorum (Isla de los Manzanos), era un  lugar eternamente verde donde ni el granizo, ni la lluvia y ni la nieve caían, a donde iban a parar los guerreros muertos en la batalla y en cuyo centro se alzaba una pequeña ermita. Se ha llegado a identificar la Isla de Ávalon con la pequeña población inglesa de Glastonbury, que en tiempos de el Rey Arturo se elevaba sobre una isla rodeada de pantanos. Según los mitos galeses, su rey, Maelwas, tenía establecida su corte en el otero que domina la localidad.
También en Irlanda se relaciona el Manzano con el Más Allá y así, en el citado viaje de Bran, la última estación recibe el nombre de Emain Abhalach, "la Pomarada Bendita". De ese lugar llegó una mujer portando una rama mágica de manzano que mostró al héroe, y con la ayuda de la cual logró convencerlo para partir al Oeste. También el navegante Maél Dúin visitó dicha isla, que estaba cubierta de un espeso bosque del que arrancó una rama; entonces, tres días y tres noches permaneció la rama en su mano, y al cuarto día habían nacido tres manzanas en el extremo del ramo. Durante cuarenta días, cada una de estas manzanas bastó como alimento.
Es conocida asimismo en la mitología irlandesa la historia del rey supremo Cormac mac Airt, al cual, mientras reposaba sobre las murallas de Tara, se le apareció un mensajero del País de las Hadas que le ofreció una rama mágica de la que pendían tres manzanas de oro a cambio de tres deseos; Cormac accedió a ellos y se hizo con dicho objeto. El mito céltico de la rama de la inmortalidad aparece cristianizado en la vida de San Amaro.

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