Es un Vampiro de la región griega de Tenos.
Anaïkatoumenos no necesita de sangre para poder vivir, aunque no se niega a beberla cuando se presenta la posibilidad. La luz del Sol tampoco es un impedimento para él.
El Anaïkatoumenos posee algunas curiosidades que lo diferencian de otras razas de Vampiros. Su nombre significa "Aquel que ha vuelto a sentarse", cuyo significado tiene relación con su leyenda.
Este tipo de Vampiro puede ser detectado fácilmente durante la exhumación de una tumba debido a sus hábitos inquietos. En general, prefiere dormir en posición fetal, asociación con la que los griegos le pusieron con el hecho de estar sentado. Las leyendas medievales cuentan que cualquier movimiento extraño de un cadáver en su ataúd significa que estamos ante un Anaïkatoumenos.
Una explicación menos simplista del mito sugiere que éste proviene de la antiquísima rivalidad de los griegos con los pueblos del cercano de Oriente. Muchas historias de vampiros señalan que estos vuelven de la tumba debido a una maldición oriental que fue trasladada al Islam y luego a los turcos.
De acuerdo con las creencias islámicas, dos ángeles, se aparecen ante el recién fallecido, quien debe sentarse ante la inminencia de los espíritus angélicos, esto no es nada fácil si se está en un cubículo estrecho a unos cuantos metros bajo tierra. Otras historias que se dan en Rumanía, es que los turcos son acusados, entre otras cosas, de adoptar posiciones escandalosas cuando mueren.
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