El Urco era un animal fantástico, una especie de perro negro de grandes proporciones, con cuernos y orejas grandes cuya presencia cerca de alguien era presagio de mal agüero. Según la Mitología popular gallega, habitaba en las orillad del Río Lérez, en un paraje tenebroso llamado en gallego "Borrón". La leyenda del Urco dio origen en los años 1877 y 1878, a la celebración de las fiestas de Entroido (Carnaval), en honor de esta fatídica criatura. En Asturias también existía la creencia del Urco.
Se dice que el Urco sale del agua arrastrando cadenas. Su presencia, como la de otras criaturas fantásticas similares, es considerada no solo mal augurio sino también anunciador de muerte. A partir de 1876, se comenzó a honrarse a este monstruo, bajo la forma de un enorme y feroz perro capaz de tragarse de un solo mordisco veinte sacos de calderilla con la misma facilidad con que un burro se traga dos granos de cebada. Según cuenta la Mitología Gallega, Borrón es un lugar lleno de niebla y tenebroso como ya he mencionado, perteneciente a Alén, de ahí la comparación que algunas veces se le hace con el Cerbero.
El Urco es un animal difícil de ver, y mucho menos en los tiempos actuales, en los que las aldeas van quedando vacías y la gente se amontona en las ciudades. Pero se asegura que el Urco todavía existe, y actualmente vive en las orillas de los ríos y cerca del mar, siempre buscando lugares escondidos entre las rocas y desde donde poder lanzar un ataque prácticamente sin ser vistos.
Su presencia es delatada por su aullido inconfundible. Es un aullido fuerte y lastimoso que al ser escuchado, hiela la sangre y estremece el cuerpo de la más valiente y osada persona, contagiándola de un ataque de pavor sin precedentes, como si le atravesaran el pecho con un cuchillo de enormes dimensiones.
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