Trofonio nunca se supo quién era realmente, algunas fuentes lo ponen como un héroe, otras como un demonio o un dios; pero lo que si se sabe a ciencia cierta es que tuvo una tradición mitológica muy rica y un culto oracular en Lebadea.
Trofonio era hijo de Ergino. Trofonio construyó el templo de Apolo en el oráculo de Delfos con su hermano Agamedes. Cuando terminaron, el oráculo dijo a los hermanos que hiciesen absolutamente todo lo que desearan durante seis días y, al séptimo, su mayor deseo les sería concedido. Así hicieron y fueron hallados muertos en el séptimo día.
Quien quisiera consultar el oráculo debía de vivir en una casa al efecto durante unos días, bañarse en el río Hercina y comer carne procedente de sacrificios. Entonces, debía de realizar un sacrificio a una serie de dioses incluyendo a Apolo, Crono, el rey Zeus, Hera y Deméter. De noche, debía de realizar el sacrificio de un animal negro en un pozo consagrado a Agamedes, beber de dos ríos llamados Lete y Mnemósine y descender entonces a una cueva. Aquí la mayoría de los consultantes estaban asustados y olvidaban toda la experiencia cuando volvían a subir.
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