Se las llama Piedras de Odín por una antigua leyenda que cuenta que el dios Odín engañó y traicionó a la guardiana del Aguamiel, una bebida mágica capaz de otorgar el don de la poesía y la elocuencia a quién la tomara... para acceder a ella, se convirtió en un gusano y agujereó una gran roca logrando así su objetivo: robar la preciada Aguamiel. Por este motivo, a estas piedras se las conoce también por este nombre.
Estas piedras son difíciles de encontrar pero son consideradas piedras con un gran alcance de protección que pueden ser usadas para la protección personal en forma de amuleto, o se pueden colgar de la puerta o la ventana para que concedan protección al hogar o al negocio, o incluso pueden ser colgadas cerca de nuestra mascota para que le brinde protección.
La creencia es que la magia no puede trabajar sobre el agua que fluye y ya que estas piedras se formaron por acción de las corrientes de agua, entonces poseen una poderosa influencia mágica para protegerse de brujerías. En líneas generales, aportan protección contra las energías negativas y el mal de ojo, aumentan la fuerza vital, la regeneración tanto física como espiritual, acentúan la fertilidad femenina, atraen el éxito y aumentan la fuerza de los conjuros y los hechizos siendo aliadas imprescindibles para la magia.
Las podemos usar siempre atadas con una cuerda, cinta o lana de color rojo, llevarla como amuleto en forma de collar o colgante, colgarla de la puerta de los establos para proteger a los animales de la granja en caso de que tuvieras, colgada en la cama como un Atrapasueños para capturar y evitar las pesadillas, ponerla en el estómago por la noche para aliviar las dolencias estomacales, algunas creencias nórdicas dicen que hacer pasar la cerveza por el agujero y dársela a una parturienta alivia los dolores del parto, en las costumbres árabes se ata una de estas piedras alrededor del cuello de los camellos jóvenes para protegerse de los malos espíritus y el mal del ojo, suele ser utilizada de forma atada en la cubierta de los barcos para mantenerlos a salvo cuando están en el mar, usada sobre una persona para que diga la verdad, una vieja creencia asegura que el portador puede ver por su orificio el mundo de las Hadas y los Duendes y ser resguardado de sus encantos, las piedras más grandes son utilizadas como "protección del tiempo" atando una cuerda al agujero y girándola con fuerza sobre la cabeza como una hélice para disipar los vientos, las nubes de lluvia, la nieve o las tormentas, además son excelentes piedras para los deseos si se coloca en la palma de la mano no dominante y se frota con el dedo pulgar de la mano dominante en sentido horario mientras te concentras en la intención del deseo, también se pueden usar como portal para invitar a ciertas energías positivas a tu vida o despedir influencias negativas que afecten a tu realidad cotidiana, las puedes utilizar como para el trabajo de la sanación frotando el cuerpo de la persona afectada para limpiar la enfermedad y, por último, otro modo de aprovechas sus propiedades es haciendo un móvil de protección para colgar en casa o a la entrada de esta para evitar cualquier tipo de mal y mantener así a nuestros enemigos a raya tanto a los visibles como a los invisibles.
Las tradiciones afirman que las Hadas y algunos espíritus benévolos pueden habitar en estas piedras o incluso que son la entrada al Reino Feérico. Dicen que encontrar estas piedras no facilitan el hecho de ver a estos seres, sobretodo en los días de Solsticio o en La Noche de San Juan. Ver Hadas a través de estas piedras requiere de un ritual. También se dice que podemos verlas si tenemos los pies metidos en agua dulce y es Luna Llena.
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