Propiedades del Peridoto

El Peridoto es más bien conocido como la "piedra de la fidelidad"; expresa la justicia, el amor y el afecto por los demás.
Es afín al Tercer Chakra.
Es afín a los Signos del Zodiaco Libra, Virgo y Escorpio.
Además, es la piedra del honor y del reconocimiento; también sirve para fortalecer el espíritu.
Es particularmente adecuada para personas reservadas y debería ser usada por quienes se obstinan en mantener viejos patrones de comportamiento.
Da buenos resultados también en personas que sufren de corazón, fiebre, inflamación, tensión nerviosa y depresión.
El Peridoto es famoso por actuar contra las angustias nocturnas, los ataques de melancolía y apaciguar los espíritus enfermos. Además, es una piedra útil para curar la gota.
Cura las úlceras y favorece la cicatrización de las heridas. Es recomendado para úlceras de estómago e inflamaciones intestinales.
Como curiosidad, Cleopatra regaló a Marco Antonio un Peridoto que él llevó consigo hasta su muerte.
Es bastante apreciado como amuleto protector capaz de alejar a los Demonios y los seres maléficos.
Como curiosidad, en la Edad Media, época en la que todo se relacionaba con los fantasmas, ponían Peridoto cerca de la cama para alejar a los espectros.
En España, esta piedra tuvo auge durante la época de Felipe IV, y su prestigio se extendió a otras cortes de Europa, puesto que se le consideraba un poderoso amuleto para alcanzar el reconocimiento.
El Peridoto además, estimula la capacidad de expresión de las emociones y el intelecto. Y es una piedra protectora del aura.
El Peridoto también enseña que aferrarse a la gente o al pasado es contraproducente. Enseña a despegarse de influencias externas. Es una piedra útil para los sanadores. Alivia los celos, el resentimiento, el despecho y la cólera.
Reduce el estrés. Motiva el crecimiento espiritual. Enseña a perdonarse. Regula los ciclos de la vida. Abre la mente a nuevos niveles de conciencia. Ayuda a admitir los propios errores y a seguir adelante. Ayuda a responsabilizarse de la propia vida. Mejora enormemente las relaciones. Cura y regenera los tejidos. Fortalece el metabolismo y beneficia la piel. Sobre el abdomen, mejora el parto.
Además, desvanece el miedo a la noche y a la soledad.