El Diamante representa la energía pura y posee una capacidad de irradiación excepcional. El campo de fuerza se conecta directamente con el cuerpo físico y nos ayuda a encontrar claves del inconsciente.
El Diamante no pierde su capacidad jamás, aunque esté roto, quebrado o astillado.
Gracias a su poder universal de sanación nos puede brindar ayuda y alivio para cualquier problema.
Es afín a los Chakras Primero, Tercero, Cuarto, Sexto y Séptimo.
Es afín a los signos del zodiaco Aries, Leo, Capricornio, Acuario, Tauro, Géminis, Libra, Escorpio, Virgo, Sagitario y Piscis.
En el primer Chakra potencia la personalidad y atrae todo tipo de bienes, y al tiempo, crea un fuerte cordón que une a los cuerpos físico, mental y astral.
En el séptimo Chakra abre la visión, despierta el entendimiento y mueve la sabiduría.
Además, el Diamante protege de las vibraciones y los pensamientos negativos y también actúa contra los envenenamientos.
El Diamante es también el símbolo de la Luz Blanca.
Ayuda a transformarnos interiormente y lograr la unidad. También se le atribuye el poder, la riqueza y las amistades y también ejerce fuerza e influencia en restaurar amistades.
Adjudica al portador victoria, fuerza y valor.
Como curiosidad, en las leyendas de la Edad Media, afirmaban que el propio Satanás reconocía que esta piedra resistía su influencia maligna día y noche. También algunos ocultistas de renombre le atribuyen carácter de invencibilidad al portador en todas las luchas humanas, afirmaban también que sus virtudes sólo existen cuando el Diamante ha sido recibido como regalo. Es por eso que se ofrecen Diamantes para concertar un compromiso.
Es una piedra además con más potencia de sanación, tanto mental, física y espiritual; aunque por su escasez costo y tamaño, es muy difícil utilizarlo.
Además desarrolla el cariño, la ternura y la tolerancia, el control propio, sencillez, claridad mental, elimina obstáculos, corrige el exceso de orgullo, las obsesiones, parálisis progresivas, diabetes, convulsiones, epilepsia, esterilidad, fístulas y fisuras anales, trastornos menopáusicos y sarna.
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