lunes, 20 de junio de 2016

Mi Mal (Gertrudis de Avellaneda)

En este poema, la poetisa abre su corazón a un amigo, que por prudencia, o tal vez por temor, ha decidido omitir. Aquí no se trata de una confesión de amor, ni de la revelación de profundas tribulaciones, sino de compartir con un amigo la angustia esencial de todas las damas de aquellos años: el aburrimiento, que es una de las formas de soledad.

A...

En vano ansiosa tu amistad procura
adivinar el mal que me atormenta,
en vano, amigo, conmovida intenta
revelarlo mi voz a tu ternura.

Puede explicarse el ansia, la locura
con que el amor sus fuegos alimenta,
puede el dolor, la pena más violenta
exhalar por el labio su amargura.

Mas de decir mi malestar profundo
no hallar mi voz, mi pensamiento medio,
y al indagar su origen me confundo;

Pero es un mal terrible, sin remedio,
que hace odiosa la vida, odioso el mundo,
que seca el corazón... En fin, ¡es tedio!

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