sábado, 18 de abril de 2020

Los seis hombres de la vida de Afrodita

Los dioses, sobretodo los de la Mitología Griega, sufren por amor como cualquier mortal. Incluso Afrodita, la diosa del amor, conoció tanto el éxtasis de romances fulminantes como las depresiones que suceden tras el engaño. No solo Afrodita sufrió sino que también hizo sufrir. A lo largo de su historia, Afrodita se entregó en cuerpo y alma a seis hombres, cuatro dioses y dos mortales.

*DIOSES QUE TOMARON A AFRODITA:
-HEFESTO:
Si bien los dioses del Olimpo a menudo se entregaban de forma voluntaria a las relaciones ocasionales, las buenas costumbres exigían que todos estuviesen formalmente casados. Hefesto era el marido oficial de Afrodita. Esto le daba ciertos derechos sobre ella, pero sobretodo obligaciones. De forma legal, ningún otro hombre podía tomar a Afrodita, regla que fue muy ineficaz rápido. Afrodita poseía dones innatos y era casi imposible que un hombre no se sintiera atraído por ella. No obstante, Hefesto decidió que podía elevar más aún su grado de perfección y construyó para su esposa una magnífica joyería, entre ella, un cinturón que resaltaba sus atributos. Con el tiempo, el cinturón de Afrodita se convirtió en un objeto de seducción.
-ARES:
Cuenta la mitología que fue el dios Helios quien descubrió que el dios de la guerra Ares, se acostaba con Afrodita en la habitación que compartía con su esposo, Hefesto. Helios le reveló el engaño a Hefesto; que en secreto dispuso de una trampa metálica sobre el lecho nupcial, capaz de inmovilizar incluso a los dioses. De este modo, atrapó a Ares y a Afrodita en pleno desenfreno. Acto seguido, convocó a los dioses masculinos más importantes del Olimpo para que fuesen los testigos del adulterio. No obstante, los dioses no reaccionaron del modo que Hefesto hubiese querido. La belleza de Afrodita era tal que muchos aseguraron que cambiarían de lugar con Ares sin ningún problema; de hecho, Poseidón fue obligado por Zeus a devolver a Hefesto la dote que había pagado por su esposa. Ares huyó a Tracia pero los encuentros con Afrodita no se acabaron.
-DIONISIO:
El caso de Dionisio fue extraño y muy poco comentado quizás porque se trataba del bisnieto de Afrodita, lo cual convertía sus encuentros en incesto. Poco y nada se habla sobre aquella relación. Dionisio no cultivaba el perfil de varón que le gustaba a Afrodita; todo lo contrario, era más femenino en sus formas y en su trato que muchas diosas del Olimpo.
-HERMES:
Hermes, el mensajero de los dioses, patrón de los ladrones y los pata de lana, obtuvo el ansiado acceso a la lubricidad de Afrodita más por astucia que por méritos físicos. Aquel amor dio sus frutos: Hermafrodito; que fue transformado después en la fusión perfecta de varón y hembra.

*MORTALES QUE TOMARON A AFRODITA:
-ANQUISES:
La mitología dice que Afrodita lo vio en el monte Ida mientras el muchacho apacentaba sus rebaños ya que era pastor pero con linaje real. Quedó tan impresionada por su belleza que descendió sobre la Tierra y se unió a él con tanto deseo y pasión que incluso llegaron a concebir a Eneas.
-ADONIS:
Probablemente fue el gran amor de Afrodita, aunque su nacimiento se dio por casualidad. Según los mitos, Afrodita jugaba con su hijo Eros cuando accidentalmente se hirió con una de sus flechas. La herida aún no había sanado por completo, cuando las Moiras, decidieron que ese sería el momento indicado para que Afrodita se encontrara con Adonis, un joven y apuesto cazador de vida más bien peregrina. Afrodita se enamoró inmediatamente de él. De forma repentina dejó de vagar por sus lugares favoritos y se ausentó durante un tiempo del Olimpo y sus banquetes de ambrosía. Afrodita, llegó a preferir la compañía de Adonis sobre cualquier otra actividad. En secreto, seguía el rastro de su amante y adoraba su sombra. Ella solo se preocupaba de acostarse bajo los árboles sin otra preocupación que la de cuidar de sus encantos. Adonis era tan altivo que no escuchaba los consejos de Afrodita, así que un día, sus perros lograron sacar un jabalí de su guarida; el joven arrojó el venablo e hirió al animal en las costillas. Pero el feroz animal consiguió arrancarse el arma con los dientes y se lanzó en persecución del cazador. Adonis corrió veloz, sin embargo, el jabalí le dio alcance, hundió sus colmillos en el estómago de Adonis y lo dejó moribundo en los pastos. Afrodita, montada en su carro celestial tirado por cisnes, iba camino a Chipre cuando oyó los lamentos de Adonis. Desde la altura, divisó el cuerpo sin vida del joven, quebrado y bañado en sangre. Descendió desesperada y se inclinó junto a él. Afrodita acarició la piel fría y lloró como ninguna diosa había llorado. Finalmente, Afrodita se puso en pie y le reprochó a las Moiras: "Vuestra victoria no será completa. El recuerdo de mi dolor perdurará, y mis lamentos se escucharán hasta el fin del mundo. Tu efímera sangre mortal será eterna, Adonis, delicada, renaciendo perpetuamente, como una flor". Y diciendo esto, besó las heridas de Adonis. De allí nació una flor, púrpura como Aurora pero de corta vida. Dicen que Afrodita aún clama por Adonis desde los cielos y que su voz se alza una vez al año viajando como el viento y acariciando los pétalos de su amante, invitándolo a despertar. Esta flor que surgió es la Anémona, que en griego significa "Flor del viento".

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