La Amatista es una variedad macrocristalina del cuarzo. Su color característico es del violeta pálido al púrpura fuerte.
Tiene afinidad con Piscis, aunque también puede ser usada por los siguientes signos zodiacales: Acuario, Aries, Libra, Virgo, Sagitario y Capricornio. Sus cualidades son la claridad, serenidad y la integración.
Conecta con los chakras sexto y séptimo.
La Amatista es uno de los minerales curativos más populares. Ayuda a sentirse más abierto y consciente espiritualmente; utilizándose en casos de conflicto emocional. Es una piedra imprescindible para las personas que trabajen en la sanación de si mismo y de los demás, ya que permite limpiar el aura y crear un campo energético muy positivo alrededor de la persona que lo utiliza.
Purifica la energía en todos los niveles: físico, emocional, espiritual y mental. Su función primordial es la de ayudarnos a transmutar nuestros pensamientos negativos en positivos. Esto significa que también nos aporta un pensamiento más objetivo, ayudándonos a salir de una situación de confusión y clarificar la mente.
La Amatista libera bloqueos mentales, además de abrir la mente a otras perspectivas e ideas. Facilita el proceso de de toma de decisiones. Purifica y regenera a niveles de conciencia.
Si la utilizan personas con problemas mentales como depresiones o esquizofrenia, puede resultar un cristal muy perturbador. Sin embargo, en enfermedades metales normales como ansiedad, puede aliviar la carga y ayudar a salir del problema a quien la utiliza. La Amatista es una piedra que consuela el dolor y proporciona alivio en los momentos de angustia.
Tiene una faceta calmante y tonificante, según necesite la persona; de modo que en caso de estrés, nervios, ansiedad, angustias o miedos, nos ayuda a superarlos y recuperar nuestras energías. Se puede tener una Amatista al lado de la cama ya que facilita el sueño, el descanso y la sensación de paz. Ayuda en casos de insomnio y protege de las pesadillas, además de ayudar y comprender los sueños. Dormir con una Amatista debajo de la almohada ayuda a tener sueños intuitivos.
Otra utilidad de la Amatista para estos problemas, consiste en darse un baño de Amatista, se sumerge una o varias Amatistas en el agua, junto con algún aceite esencial (más aconsejable de Lavanda).
En los lugares de trabajo ayudan a equilibrar el ambiente y protegen de las ondas electromagnéticas, así que es recomendable poner una sobre el monitor del ordenador. La Amatista potencia la memoria y mejora la motivación.
A nivel físico; refuerza el sistema endocrino e inmunitario; y es excelente para limpiar la sangre, reduciendo los cardenales, las heridas y la hinchazón. Favorece el funcionamiento del hemisferio derecho del cerebro y de las glándulas pituitaria y pineal. Reduce el dolor de cabeza. Reduce los problemas de piel, los problemas de respiración y los gástricos.
La Amatista crea armonía. Calma las pasiones, las emociones violentas y la rabia. Reduces los temores y neutraliza la negatividad. Protege contra los ataque psíquicos.
La Amatista nos ayuda a ponernos en contacto con las energías más puras; y usada a nivel superior, la Amatista nos abre a otra realidad. De este modo nuestras meditaciones resultan más profundas y más potentes, de un alto grado de espiritualidad. Cuando meditamos aleja nuestros pensamientos ayudándonos a sentirnos menos dispersos.
Es la piedra del tercer ojo por excelencia; de modo que trabajar con ella sirve para estimular el tercer ojo, nos permite abrirlo y limpiarlo, dejando aflorar todo lo que tenemos dentro. Es una piedra para abrir la intuición y reforzar los dones psíquicos.
Es un cristal altamente protector.
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