domingo, 11 de mayo de 2014

Alquimia

La Alquimia es una antigua práctica protocientífica y una disciplina filosófica que combina elementos de Química, Metalurgia, Física, Medicina, Astrología, Semiótica, Misticismo, Espiritualismo y Arte. La Alquimia fue practicada en Mesopotamia, Antiguo Egipto, Persia, la India, China, Antigua Grecia, Imperio Romano, Imperio Islámico y en Europa hasta el siglo XVIII, en una compleja red de escuelas y sistemas filosóficos.
La Alquimia Occidental ha estado siempre relacionada con el Hermetismo, una corriente filosófica y espiritual que tiene sus raíces en Hermes (dios griego). Esto influyó en el nacimiento del Rosacrucismo, un importante movimiento esotérico del siglo XVII.
Una forma que adopta la Alquimia es la de la búsqueda de la Piedra Filosofal, con la que se es capaz de lograr la habilidad para transmutar oro o incluso la vida eterna.
En la parte espiritual de la Alquimia, los Alquimistas debían transmutar su propia alma antes de transmutar los metales. Esto quiere decir que debía de purificarse y prepararse mediante la oración y el ayuno.
La percepción popular sobre los Alquimistas es que intentaban convertir el plomo en oro, y que empleaban la mayor parte del tiempo en elaborar remedios milagrosos, venenos y pociones mágicas.
Fundaban en que el Universo estaba compuesto en cuatro Elementos clásicos: Tierra, Aire, Fuego y Agua, y con ellos preparaban un quinto elemento que contenía la potencia de los cuatro en su máxima exaltación y equilibrio (Éter).
Para los Alquimistas toda sustancia tenía tres partes: Mercurio, Azufre y Sal, siendo estos los nombres vulgares que usaban para designar al Espíritu, Alma y Cuerpo, estas tres partes eran llamadas principios. Separaban cada una de las sustancias en tres partes que luego debían de ser purificadas individualmente. Tras ser purificadas, las tres partes debían de unirse otra vez en la sustancia inicial. Una vez hecho todo esto la sustancia adquiría ciertos poderes.
Los Alquimistas sostenían que la Piedra Filosofal amplificaba místicamente el conocimiento de la Alquimia de quien la usaba tanto como fuera posible.
La falta de vocabulario común para procesos y conceptos químicos, así como la necesidad de secretismo, llevaba a los Alquimistas a tomar prestados términos y símbolos de la mitología bíblica y Pagana, las Astrología, la Cábala (disciplina de pensamiento esotérico relacionada con el judaísmo) y otros campos Místicos y Esotéricos.
A partir de la Edad Media, algunos Alquimistas empezaron a ver cada vez más estos aspectos metafísicos como cimientos de la Alquimia como metáforas de entidades, estados y transformaciones espirituales; y la Piedra Filosofal representaba una clave mística que haría toda una evolución posible. La piedra representaba alguna verdad o poder espiritual oculto que le llevaría a la iluminación.
La Alquimia de Occidente estaba (y está aún) íntimamente relacionada y entrelazada con la Astrología. En muchos sentidos fueron desarrolladas para complementarse la una con la otra en la búsqueda del conocimiento oculto. Cada uno de los siete cuerpos celestes del sistema solar estaba asociado y gobernaba un determinado metal. En el Hermetismo está relacionado tanto con la Astrología como con la Teúrgia (práctica mágico-religiosa griega que consiste en la invocación de poderes ultraterrenos, como ángeles o dioses a fin de comunicarse o unirse a ellos atrayendo beneficios y cooperación espiritual).
De la Alquimia Occidental surge la ciencia moderna. Los Alquimistas usaron muchas herramientas que se usan hoy en día.
Pueden distinguirse dos "tendencias" de Alquimia a lo largo de la historia; la Alquimia China, centrada principalmente como su nombre indica en China, y la Alquimia Occidental, centrada en Egipto, Grecia, Roma, el mundo Islámico y finalmente de nuevo en Europa. La Alquimia China estaba íntimamente relacionada con el Taoísmo, mientras que la Alquimia Occidental desarrolló su propio sistema filosófico, con relaciones tan solo superficiales con las principales religiones occidentales. Sigue una cuestión abierta de si estas dos ramas comparten un origen común o hasta que punto se han influenciado.
El origen de la Alquimia Occidental se encuentra en el Antiguo Egipto. La leyenda cuenta que el fundador de la Alquimia Egipcia fue el dios Tot, llamado Hermes Trimegisto por los griegos. Según esta leyenda, escribió los llamados Cuarenta y Dos Libros del Saber abarcando todos los campos del conocimiento (incluida la Alquimia). El símbolo de Hermes era el caduceo o vara con serpientes, que llegó a ser el símbolo principal de la Alquimia. La Tabla de Esmeralda de Hermes, es considerada la base de la filosofía y prácticas de la Alquimia Occidental.
La Alquimia China como he dicho antes, estaba relacionada con el Taoísmo, sus practicantes utilizan conceptos como los Cinco Elementos, el Tao, la relación entre el Yin y el Yan, el Qí, el I Ching, la Astrología China, los principios del Feng Shui, la medicina tradicional china, etc. La Piedra Filosofal de los Alquimistas europeos podría compararse con el gran elixir de la inmortalidad perseguido por los Alquimistas chinos. Las ramas de la medicina China que influyen en la Alquimia China son la acupuntura y la moxibustión, y las artes marciales como el Tai Chi Chuan y el Kung Fu.
La Alquimia India se centra en lograr la perfección, la inmortalidad, la liberación. Así, concentran sus esfuerzos en hacer inmortal, el cuerpo humano. Los textos de medicina tienen curas para todas las enfermedades y métodos para tratar a los enfermos mediante la unción de aceites
Los griegos se apropiaron de las creencias de los egipcios y las unieron a las filosofías pitagórica, jonista y gnóstica. Un concepto muy importante fue el que todas las cosas del Universo estaban formadas por sólo cuatro elementos: Tierra, Aire, Fuego y Agua. Según Aristóteles cada elemento tenía una esfera a la que pertenecía y a la que regresaría si se dejaba intacto. Alquimistas posteriores desarrollaron extensivamente los aspectos místicos de este concepto.
Los romanos adoptaron la Alquimia y la metafísica de los griegos, al igual que adoptaron gran parte de su conocimiento y filosofía. Sin embargo, del desarrollo del cristianismo en el Imperio trajo una línea opuesta de pensamiento. Esto tuvo un fuerte arraigo posteriormente en la sociedad medieval que se usó para mostrar la Alquimia como contraria a Dios. Buena parte del saber alquímico romano (como de los griegos y los egipcios) se ha perdido. Es posible que alguna obra fuese escrita y que se perdiese o quemase en los períodos posteriores.
Tras la caída de la Alquimia Romana, ésta  se desarrolló en el mundo islámico. El pensamiento griego continuó siendo asimilado. Los filósofos islámicos también hicieron grandes contribuciones al hermetismo alquímico. A través de los árabes, la Piedra Filosofal fue introducida en la Alquimia Occidental.
Debido a las fuertes conexiones con las culturas griega y romana, la Alquimia fue aceptada por la filosofía cristiana y los Alquimistas medievales europeos absorbieron el conocimiento alquímico islámico. El papa Silvestre II, fue uno de los primeros en llevar la ciencia islámica a Europa desde España. Hasta el siglo XIII los movimientos fueron principalmente asimilativos.
En este período de la Época Medieval aparecieron algunas desviaciones. San Anselmo creía que la fe debe preceder a la razón, aunque él añadió que que la fe y la razón eran compatibles y fomentó este último contexto cristiano.
Alberto Magno y Tomás de Aquino estudiaron a Aristóteles y trabajaron en la reconciliación de las diferencias entre la filosofía y el cristianismo. Ambos estuvieron entre los primeros en emprender el "examen" de la teoría alquímica e incluso ellos mismos podrían considerarse Alquimistas excepto por el hecho de que hicieron poco en cuanto a la experimentación se refiere.
El primer Alquimista auténtico en la Europa Medieval fue Roger Bacon. Su obra supuso tanto para la Alquimia como la de Galileo Galilei para la Astronomía a la Física, por ejemplo. Bacon llevó a la convicción de que la experimentación era más importante que el razonamiento. A Roger Bacon también se le ha atribuido el inicio de la búsqueda de la Piedra Filosofal y del Elixir de la Vida.
Bacon no fue el único Alquimista aunque sí el más importante. Otros Alquimistas casi todos, eran miembros del clero.
Hacia finales del siglo XIII la Alquimia ya se había desarrollado hasta un sistema bastante estructurado. Creían en los cuatro elementos y las cuatro cualidades, y tenían una fuerte tradición de esconder sus ideas escritas en un laberinto de jerga codificada lleno de trampas para despistar a los no iniciados. Los Alquimista ya practicaban su arte.
En el siglo XIV se produjeron cambios importantes. El papa Juan XXII prohibe la práctica de la Alquimia que retiró a los miembros de la iglesia de la práctica de este arte. También se cree que este mismo papa estuvo también interesado en la práctica de la Alquimia. En este período destaca también el pensamiento de Guillermo de Ockham, que con su pensamiento eliminó a la Alquimia como práctica aceptada en los siglos XIV y XV.  La peste negra y el incremento de guerras y hambrunas que caracterizan a este siglo sirvieron también de obstáculo al ejercicio filosófico en general.
La Alquimia se mantuvo viva gracias a muchos hombres como Nicolas Flamel. Flamel serviría como arquetipo a la siguiente fase de la Alquimia. Todo su interés iba en torno a la búsqueda de la Piedra Filosofal, que se dice que encontró. La mayoría de su obra estaba dedicada a recoger el saber alquímico anterior a él, especialmente relacionado obviamente a la Piedra Filosofal.
Durante la baja Edad Media los Alquimistas al igual que Flamel estaban muy interesados en la búsqueda de la Piedra Filosofal y el Elixir de la Juventud, que ahora se creía que eran cosas separadas. Estos hombres eran considerados Magos y Hechiceros y fueron perseguidos por sus prácticas.
Uno de estos hombres era Heinrich Cornelius Agrippa. Este Alquimista creía ser un Mago y poder invocar espíritus. Hizo bastante por cambiar la Alquimia de una filosofía mística a una Magia Ocultista.
La Alquimia Europea continuó por esta misma senda hasta el Renacimiento.
El hombre más importante de este período fue Paracelso, quien dio a la Alquimia una nueva forma, rechazando parte del Ocultismo y promoviendo el uso de observaciones y experimentos para aprender sobre el cuerpo humano. Paracelso no se veía como un Mago.
Los puntos de vista de Paracelso eran que la enfermedad y la salud del cuerpo dependían de la armonía del hombre y la Naturaleza.
La "desaparición" de la Alquimia Occidental se debió al auge de la ciencia moderna.
Mientras tanto, la Alquimia de Paracelso llevó al desarrollo de la medicina moderna. Los experimentalistas descubrieron la circulación de la sangre y localizaron el origen de muchas enfermedades producidas por gérmenes como lo hicieron Koch y Pasteur.

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