jueves, 17 de abril de 2014

Lamias

La Lamia es una criatura femenina, caracterizada como asustaniños y seductora terrible. En este aspecto constituye un antecedente a la vampiresa moderna. Se le asocia con figuras similares de la cultura griega o hebrea. También en el folclore vasco, gallego y búlgaro encontramos leyendas sobre Lamias.
En la mitología grecorromana, Lamia era una reina de Libia a la que Zeus amó. Hera, celosa, la transformó en un monstruo y mató a sus hijos; en otras versiones también encontramos que mató a sus hijos y fue la pena lo que la transformó en monstruo. Lamia fue condenada a no poder cerrar sus ojos, de modo que estuviera siempre obsesionada con la imagen de sus hijos muertos. Zeus le otorgó luego el poder de quitarse los ojos para así descansar, y volver a ponérselos luego. Lamia sentía envidia de las otras madres y devoraba a sus hijos. Su aspecto era el de una serpiente y los pechos y la cabeza de mujer.
Como curiosidad, en la Antigüedad, las madres romanas y griegas amenazaban a sus hijos si hacían travesuras con este personaje. El poeta romántico inglés, John Keats dedicó a este personaje un poema narrativo, que da nombre a su libro "Lamia y otros poemas".
Además según dicen, la Lamia mitológica sirvió de modelo para las Lamias, que son pequeños monstruos africanos, humanos de cintura para arriba, que atraían a los viajeros enseñando los senos y luego los mataban para devorar sus cuerpos.

En las leyendas vascas, la Lamia eran genios descritos con pies de pato, cola de pez o garras de algún tipo de ave. Casi siempre eran femeninos, de una gran belleza, que vivían en ríos y fuentes, donde acostumbraban a peinar sus largas cabelleras con peines de oro. Suelen ser amables y la manera de enfurecerlas era quitándoles el peine de oro.
A veces se enamoran de los humanos, pero no pueden casarse con ellos ya que no pueden pisar tierra consagrada. En algunas ocasiones tienen hijos con ellos. En otras leyendas dicen que son mitad humanos y mitad peces.
Cuenta una leyenda, que una vez una mujer le quitó el peine a una Lamia y ésta trató de maldecirla pero no puedo porque sonó una campana y esto salvó a la mujer.
En numerosas localidades españolas, especialmente en el sureste, el mito de las Lamias se adapta en la Leyenda de la Encantada, que es el nombre genérico que hace referencia a un conjunto de tradiciones orales y leyendas mitológicas narradas en localidades españolas. A pesar de que existen múltiples variantes locales, tiene elementos que son comunes en todas ellas: la protagonista es una bella joven de larga cabellera, el momento temporal es en la Noche de San Juan, la manifestación siempre es peinándose y siempre aparecen algunos elementos más que generalmente son de oro.
Mientras en las localidades del Norte, se encuentran en las Ajanas o Xanas.
La Encantada está relacionada con las Lamias, Mouras en la mitología gallega, Mari en la mitología vasca, las Ajanas en la mitología cántabra y las Xanas en la mitología asturiana.

En el folclore búlgaro, la Lamia es una criatura con varias cabezas que puede hacer crecer una y otra vez si se le cortan. Se alimenta de la sangre de la gente o más frecuentemente matando a mujeres jóvenes. Este monstruo atormenta a los pueblos y puede ser encontrado en cuevas o en el subsuelo. El algunas historias tiene alas, en otras su respiración es de fuego. No tiene sexo pero se le suele considerar femenino.

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