martes, 29 de abril de 2014

Sirenas

Las Sirenas se les describe como mujeres muy hermosas con cola de pez, que hechizaban a los marineros con sus hermosos cantos.
Su tipología es variada, pero por regla general, tienen un tratamiento naturalista, hermoso rostro y largo cabello, que en muchas ocasiones sostienen instrumentos musicales o se dedican a acariciar su cabello con una actitud  muy coqueta. En el siglo XVI la actitud más generalizada de las Sirenas era la de sostener con las manos un espejo y un peine. La cola era un emblema de la prostitución y el espejo, considerado como un objeto mágico, era atributo de una mujer impura, y el espejo servía además para contemplar el rostro de la muerte o el culto al Diablo. Más adelante las Sirenas aparecen amamantando a sus crías, la leche de las Sirenas era conocida por los alquimistas como una proteína que permitía el crecimiento rápido de los héroes abandonados en el agua. Pero la tipología que tuvo mayor éxito fue la de las representaciones góticas, en las que fue la Sirena de cola en forma de pez.
En la mitología griega, las Sirenas son criaturas ligeramente difusas debido al remoto y rico trasfondo de su origen, probablemente ligado al mundo de los muertos. Según los mitos originales se trataban de seres con cuerpo de pájaro y rostro o torso de mujer, que se distingue por tener una voz musical, prodigiosamente atractiva e hipnótica.
El primer testimonio que se tiene de ellas es su mención en la "Odisea" de Homero. Aunque ya aparecían con esta forma en las representaciones artísticas más antiguas griegas, muchas de las cuales son  monumentos y ofrendas funerarios. Así se deduce su vínculo con el otro mundo.
En un principio, los griegos vieron a las Sirenas como las encargadas de transportar las almas de los muertos a Hades.
En la época preclásica, las Sirenas adquirieron un carácter maligno de matiz monstruoso, por el influjo irresistible de su encanto que llevaba a la perdición. Los barcos que se acercaban a su isla acababan estrellándose contra las rocas y ellas devoraban a los marineros dejando la costa repleta de huesos.
Algunas versiones narran que las Sirenas acompañaban a Perséfone cuando fue raptada por Hades, y que la apariencia de éstas fue el castigo impuesto por Deméter por no proteger a su hija de Hades. En otras versiones, el cuerpo alado es un don de Zeus para que les permita perseguir a Hades, y aún en otras versiones, es una pena impuesta por Afrodita por resistirse a la voluptuosidad o por envidia de su belleza.
También cuentan que las Sirenas perdieron su plumaje por retar a las Musas a una competición de canto que perdieron, y que cuando Orfeo y Ulises se resistieron al efecto de sus voces se arrojaron al mar. En esta última versión, el cadáver de una de ellas fue arrastrado por las olas hasta la orilla y en torno a su sepulcro se formó Nápoles.
En el Medio Oriente, las primeras historias de Sirenas aparecieron en Asiria. Cuenta la leyenda que Derceto ofendió a Venus y entonces la diosa le inspiró amor hacia un pastor. De este amor nació una niña que se convertiría reina de Babilonia. Cuando nació la niña se acabo el amor, esto también provocado por Venus. Deceto llena de ira, abandonó a su hija, hizo matar al hombre que había amado y se arrojó al agua dispuesta a suicidarse, pero esto no lo permitieron los dioses. Esto fue lo que dio origen a su mitología anfibia.
En las Islas Británicas, las Sirenas eran presagio de mala suerte. Las Sirenas también podían nadar en agua dulce lo cual llegaban hasta ríos y lagos para ahogar a sus víctimas. En algunas ocasiones podían curar enfermedades. Algunas Sirenas eran descritas como monstruos de hasta 600 m.
En China, las Sirenas son seres cuyas lágrimas se convierten en perlas preciosas. También pueden tejer un material muy valioso que aparte de ligero es hermoso y trasparente. Debido a esto, los pescadores siempre tenían ganas de atraparlas, pero el canto de las Sirenas lo dificultaba. En otras leyendas Chinas las Sirenas son unas criaturas maravillosas, hábiles y versátiles y estaba mal visto que los pescadores quisieran atraparlas.
En la Península Ibérica, las historias de Sirenas también son muy famosas y hay una gran cantidad de relatos:
-En Cantabria, se encuentra la historia de La Sirenuca, una Sirena que antes era humana. Su madre, harta de que la desobedeciera para ir a los acantilados, le gritó "Permita Dios que te vuelvas pez" y así pasó. Desde entonces, avisa con su canto a los marineros que se acercan a los acantilados.
-En Extremadura, éstas viven en los ríos de los que salen para ahogar a los hombres después de seducirlos con sus cantos.

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