En la Mitología Griega, el Centauro es una criatura con la cabeza, los brazos y el torso de un humano y las piernas de un caballo. La versión femenina de esta criatura recibe el nombre de Centáuride.
Vivían en las montañas de Tesalia.
Los Centauros son también muy conocidos por luchar contra los lápitas.
Como la Titanomaquia, la derrota de los Titanes por los Dioses Olímpicos, las contiendas de los Centauros representan la lucha entre la civilización y el barbarismo y es conocida como Centauromaquia.
El personaje que se le da en general a los Centauros es el de seres salvajes, sin leyes ni hospitalidad, esclavos de las pasiones animales. Hay dos excepciones que son Folo y Quirón, que expresaban su buena naturaleza siendo Centauros sabios y amables.
Muchas leyendas sobre los Centauros sostienen que son criaturas muy inconstantes, que miran con frecuencia al cielo para determinar sus destinos. Son grandes astrólogos y muy aficionados a la adivinación.
Aunque las mujeres Centauros, llamadas Centáurides no son mencionadas en la antigua literatura ni el arte griego, aparecen ocasionalmente en la antigüedad tardía.
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