Ogros

Un Ogro es una criatura humanoide de aspecto horrendo y feo. Se les suele mencionar mucho en los cuentos de hadas, en los que se suelen alimentar de personas, especialmente de niños. Se les representa con una enorme cabeza, mucho pelo hirsuto, a veces con una abundante barba, barriga abultada y cuerpo fornido.
Su fama es la de seres sanguinarios y malvados, que ha permanecido en la mente de toda Europa tras las leyendas de estos seres a partir de la Edad Media.
En las leyendas del Norte de Europa, la imagen que se le da al Ogro es la de ser grande, fiero y cruel que come carne humana, como he dicho antes, de niños especialmente. En algunos cuentos son tímidos y cobardes, con una inteligencia escasa, lo que hacía que fueran fáciles de derrotar. Los Ogros a veces eran capaces de cambiar de forma (animales u objetos), y a menudo habitaban en lujosos palacios o castillos, e incluso a veces, bajo tierra.
La Ogresa suele estar vinculada al agua. Al igual que los Ogros, las Ogresas tienen un gran cuerpo y suelen ser menos perniciosas hacia los humanos.
En muchos cuentos de hadas japoneses, no aparecen Ogros, sino que aparece una criatura llamada "Oni" que son criaturas similares. Estos Ogros, a pesar de ser bárbaros y feroces, no son estrictamente malvados, y existen algunas historias con Onis bondadosos que ayudan a los protagonistas y combaten contra los seres malignos.
En la Mitología Pigmea, existían los Negoogunogumbar, que era unos Ogros muy malvados que devoraban niños.
En Cantabria hay un Ogro ciclópeo conocido como Ojáncanu, que aunque no come personas, es una criatura con extrema maldad.
En la cultura musulmana antigua, el Ogro es también un Vampiro.
En las tradiciones de los indios norteamericanos, también había criaturas similares a los Ogros que comían hombres.