Triqueta Celta

La triqueta es la representación de la parte femenina del universo y de las tres fuerzas de la Naturaleza: Tierra, Agua y Aire. Además representa a la divinidad mujer en su tres facetas unísonas de doncella, madre y anciana.
Así mismo, la triqueta es también la representación de la vida, la muerte y el renacimiento; ya que el druidismo cree en la reencarnación de la esencia de todos los seres, esta idea está relacionada con la feminidad; por lo que se entiende que los Druidas se encargaban de los ritos de la fertilidad.
La triqueta representa además la eternidad, igualdad e indivisibilidad de todo lo que afecta en el universo, una concepción primitiva de la teoría del caos y la casualidad ya en tiempos de los Druidas.
Incluso representa los tres planos de la conciencia: cielo, tierra y mar. La triqueta también simboliza la filosofía celta de que todo tiene tres niveles: mental, espiritual y físico.
Según la tradición Celta y el druidismo, la triqueta tiene poderes curativos y de bendición, así como la fertilidad y la vida; capaz de curar cualquier dolencia si se la sostiene sobre el enfermo o la parte afectada, ayudada de agua de cascada y un ritual de sanación o de articulación enfocada de energía.
Pero al igual que su significado, la triqueta también puede traer la muerte si el usuario Druida la convoca.
Los rituales lunares están muy relacionados con la triqueta, la fertilidad y la feminidad del universo, las fases lunares son muy importantes para el druidismo, de hecho el calendario celta es lunar.

*HISTORIA DE LA TRIQUETA:
La triqueta al representar la parte femenina del universo era utilizado principalmente por los Druidas varones; ya que la ideología celta estaba basada en un sentido muy avanzado del equilibrio en todo sentido; aunque no era un símbolo específico de los varones pues muchas dríades lo utilizaban para muchos rituales.
En la conquista que sufrieron los Celtas por parte del imperio romano, ya católico, la triqueta fue usurpado y se le dio otro significado por la iglesia para dominar ideológicamente al pueblo Celta, perdiendo así su estructura femenina y de profundo significado.
Posteriormente fue considerado un símbolo pagano y "satánico" por la inquisición y las cruzadas, que también afectaron al pueblo Celta, quemando a todo aquel que lo portara o se hiciera llamar Druida.