Los Mandalas son representaciones simbólicas espirituales y rituales del Macrocosmos y el Microcosmos, utilizadas en el Budismo y el Hinduismo.
Estructuralmente, el espacio sagrado (el centro del Universo y soporte de concentración) es representado como un círculo inscrito dentro de una forma cuadrangular.
Es muy probable que esta universalidad de figuras mandalicas se deba al hecho de que las formas concéntricas sugieren una idea de perfección y que el perímetro del círculo evoque el retorno de los ciclos de la Naturaleza.
A su vez en los rituales mágicos es frecuente es la separación de un espacio sacro respecto de uno profano, para esto, en el Ocultismo Occidental, se ha recurrido a los círculos mágicos.
Dentro de las múltiples técnicas de relajación oriental, se encuentra la de pintar Mandalas, los cuales son publicados en libros de colorear de niños, donde vienen el Mandala sólo dibujado con líneas y el resto dispuesto para colorear. Esta técnica de relajación no requiere ninguna disciplina expresa, como puede serlo en otras, ya quien está haciéndolo lo colorea según sus gustos estéticos e imaginativos. Obviamente la pueden realizar personas de cualquier edad, siendo además una actividad que fortalece la creatividad.
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