Un Troll es un terrible miembro de una raza mítica antropomorfa del folclore escandinavo. Su papel en los mitos puede ser desde un gigante malvado hasta taimados salvajes parecidos a los hombres que viven en colinas, que se inclinan al rapto y al robo de humanos.
La Literatura, el Arte y la Música Nórdica de la Época Romántica han adoptado a estos seres de diversas maneras; a menudo representados como una raza aborigen, dotados de unas enormes orejas y de una nariz enorme.
En Escandinavia hay muchos lugares llamados en honor a los Trolles.
A veces, los Trolles tenían una cola escondida, pero ni siquiera era definitivo. Una forma frecuente de reconocer a un Troll con aspecto humano en el folclore, es fijarse mejor en lo que visten: en particular, las mujeres Troll iban a menudo vestidas demasiado elegantes para ser mujeres humanas que viven en los bosques.
Sin embargo, la mayoría de los Trolles se mantenían invisibles y así podían viajar sobre los vientos, o colarse en los hogares de los humanos. Los Trolles también eran famosos por su habilidad de cambiar de forma, adoptando el aspecto de troncos caídos o animales como gatos o perros.
Los Trolles grandes aparecen como seres solitarios, mientras que los Trolles pequeños eran seres sociales que vivían juntos en el bosque. Criaban animales, cocinaban y horneaban pan, eran muy buenos artesanos y celebraban grandes banquetes. En sus moradas, los Trolles acumulaban oro y tesoros.
En los cuentos de Hadas y leyendas, son criaturas aterradoras. Se les considera poco inteligentes (especialmente a los masculinos), muy fuertes, con una enorme nariz, brazos largos, peludos y no muy atractivos. En los cuentos de Hadas escandinavos, los Trolles a veces se vuelven de piedra si les da la luz del sol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario