Es afín al Cuarto Chakras.
Generalmente, esta piedra es de un color verde claro, pero puede variar un poco y puede llegar incluso a encontrarse de color verde oscuro.
Esta piedra está muy relacionada con las Diosas del Amor de cualquier mitología, así que es recomendable para parejas ya que aumenta la fidelidad de la persona, incrementa la sensación de independencia, pero también, la del respeto y el compromiso hacia la relación para mantenerla sana, estable y equilibrada.
También ayuda con los problemas de confianza, aumentando la capacidad de aceptación y evitar así los celos. La Crisoprasa, es capaz de alejar las pesadillas a la hora de dormir así como los malos pensamientos.
Otra de sus propiedades es que sirve para fomentar la esperanza y la comprensión, y a su vez, ayuda a agilizar la mente. Esta piedra ayuda a reconocer y fortalecer la trinidad dentro del ser humano, creando un vínculo entre el Cuerpo, la Mente y el Alma.
Esta piedra también sirve para ayudar a las personas a superarse cada día creando de este modo, un impulso de perfección sana.
Como ya he mencionado antes, la Crisoprasa está asociada al Amor, y por ello, también sirve para sanar los corazones rotos y para aquellas personas desdichadas que no tienen suerte en el amor.
Nos fortalece en situaciones de histeria o euforia así como en los momentos de tensión extrema al aumentar la concentración de la persona.
En la Antigüedad, su uso era para curar enfermedades de la piel y a día de hoy se sigue usando para tales fines, colocando la piedra en el ombligo de una persona con las enfermedades durante 20 minutos al día hasta que su enfermedad hay desaparecido por completo.
La energía de la Crisoprasa es cautivadora y asombrosa pues, cuando se lleva como collar o colgante, ésta ayuda a proteger a su portador de la codicia, envidia, egoísmo y el estrés; aparte de proporcionar felicidad.
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