Un Fauno, era en la Mitología Romana, una de las divinidades más populares y antiguas.
El Fauno fue adorado en dos roles diferentes; como el dios de los campos y cuando hacía fértil al ganado recibía el nombre de Inuo.
Como dios profético, recibía el nombre de Fatuo y se creía que revelaba el futuro, parte en sueños y parte mediante voces de origen desconocido, que eran comunicados a quienes iban a dormir en sus recintos, tumbándose sobre el vellón de los corderos sacrificados. Lo que era Fauno respecto al sexo masculino, lo era su esposa Fauna en el sexo femenino. Se decía que daba sus oráculos en verso saturniano.
Debido a la forma en la que daban sus oráculos, se consideraba a Fauno el autor de apariciones espectrales y sonidos terroríficos, y por tanto se le describía como un dios lascivo y voluptuoso, que moraba en los bosques y era muy aficionado a las Ninfas.
Los lugares en los que se daban estos oráculos eran arboledas sagradas; una cerca de Tibur (la actual Tívoli), en torno a la fuente Albunea y otra en Aventino, cerca de Roma. Los ritos eran que se ofrecía una oveja y otros sacrificios, y la persona que consultaba el oráculo tenía que dormir una noche sobre la piel de la víctima, dando entonces el dios una respuesta a sus preguntas bien en un sueño o mediante voces sobrenaturales.
El festival de la Faunalia, se celebraba el 5 de Diciembre, la gente del campo con gran alegría y banquetes, hacía referencia a Fauno como dios de la agricultura y el ganado.
El Fauno es representado como un genio del bosque salvaje, descrito como un monstruo, mitad cabra y con cuernos.
Era un ser alegre y caprichoso, y era aficionado a asustar a la gente de diversas formas.
Hola! Te he nominado a un premio blogger: http://teresahache.blogspot.com.es/2014/07/nominacion-un-premio.html
ResponderEliminarMuchísimas gracias!
Eliminar